De cámaras y objetivos

Canon G7X (23/09/2015)
Estos días ha habido cambios en el equipo y la Canon S95 ha salido de casa, tras casi 3 años, para dejar paso a la Canon G7X. De la S95 solo puedo decir que ha cumplido todo lo que esperaba de ella cuando la compré y que estoy seguro que seguirá haciéndolo en las manos de su nueva propietaria. De la G7X, tras un mes de uso y unos cientos de fotos, todavía nos estamos conociendo, pero todo hace pensar que nuestra relación puede ser muy satisfactoria.

Se notan los años que hay entre las dos cámaras, tanto por la rapidez general como por la calidad de imagen. Destacaría tres cosas en la G7X: el sensor, el objetivo y la pantalla táctil articulada. Ninguna de las tres son una maravilla, pero juntas cumplen muy bien con lo que uno espera de una cámara bolsillera para hacer fotos por la calle. El sensor de una pulgada, que parece que está de moda últimamente, tiene un buen rendimiento a ISOs altos, un rango dinámico muy decente y mantiene ese equilibrio que permite que el objetivo sea de un tamaño lo suficientemente pequeño para las dimensiones de la cámara. Objetivo que, por otra parte, es el otro punto fuerte que Canon monta en la G7X con un zoom de 24-100 mm y una luminosidad de f:1.8-2.8 muy sobresaliente.

Como todo no va a ser bueno, si la comparamos con la S95 el tamaño y peso han aumentado y eso se nota al echarla al bolsillo. Está construida con buenos materiales pero le falta ese nivel de ajuste que uno espera en las partes móviles para una cámara de este precio. El objetivo, seguramente porque su rendimiento se ha llevado al límite de sus posibilidades, presenta en los ángulos una baja resolución en las focales extremas y mayores aperturas.

Polaroid Impulse (21/02/2015)
Retrasamos nuestros relojes y nos vamos a esos lejanos años en los que no existía la fotografía digital y los fotógrafos eran una especie de alquimistas que se encerraban en un cuarto oscuro y mediante un ritual, en el que utilizaban unos líquidos de extraños olores, lograban que apareciesen en la película de celuloide las imágenes que habían tomado con su cámara para, posteriormente, al final de un largo proceso, salir del laboratorio con un papel en el que milagrosamente se podía ver la imagen. No había muchos que tuviesen los conocimientos, ni el tiempo, ni los medios para poder hacer aquella magia que era la fotografía química. Pero para eso estaban los laboratorios que, por un módico precio, recogían tus negativos y se encargaban de todo.

En cualquier caso había algo que era quizá lo peor de todo: la espera. Desde que se hacía una foto hasta que se veía el resultado podían pasar horas, días e incluso semanas. Y entonces veías que tus fotos no eran como tu pensabas. Algo había fallado y estaban oscuras, cocidas, movidas, torcidas … y muchas veces ya no había posibilidad de repetirlas. A no ser que los novios se casasen de nuevo, o que volvieses a subir ese tresmil y el día fuese otra vez despejado y luminoso.

Pero entonces llegaron los chicos de Polaroid e inventaron la cámara que te saca la foto en papel, que se revela sola y que la tienes en la mano en pocos minutos. La de dios!!. Aunque como nada es perfecto, las fotos eran pequeñitas, los colores bastante chungos, cada foto te salía por un riñón y el tiempo la iba borrando poco a poco.

Como tantas cosas, Polaroid se quedó en tierra de nadie, en un segmento minoritario que no llegó a imponerse, aunque siguió existiendo para fotógrafos y aficionados un poco snobs, hipsters o frikis, a elegir el adjetivo. Y se convirtió en un objeto de culto.

Polaroid 600 plus film
Polaroid 600 plus film

Cuando llegaron las cámaras digitales y las imágenes se podían ver al instante, la fotografía química se vio relegada a una minoría y Polaroid prácticamente desapareció, aunque últimamente vuelven a verse algunas cámaras y se vuelve a vender papel con autorrevelado bajo la marca Impossible, que ofrece unos resultados impredecibles en cuanto al color de las fotos y continúan siendo caras, caras. Será por lo de objeto de culto.

Yo no llegué nunca a utilizarla, pero les regalé esta Polaroid Impulse a mis padres por la comodidad de ver las fotos al instante. La utilizaron muy poco y creo que no acerté, pero cuando ellos murieron la traje a casa y la dejé con las demás cámaras. El otro día me acordé de ella y cualquier día me sorprenderé comprando un cartucho para jugar un rato. Por algo las personas somos seres contradictorios (y un poco frikis).

Polaroid Impulse
Polaroid Impulse

EHO Box 150 oben logo (16/05/2014)
¿Megapixels? A veces nos olvidamos que la fotografía nació sin sensores, sin baterías, sin procesadores y casi sin nada de nada. Salvo esos negativos mágicos que eran capaces de guardar dentro de su sensibilidad la luz que les llegaba, casi todo lo demás era superfluo. Hacían falta una caja oscura, un obturador y un objetivo, pero sin mucho lujo de detalles. Al menos en estas cámaras populares con las que la gente conservaba los momentos y las personas más importantes de su vida.
La Eho podría decirse que es minimalista hasta en el nombre. Su interior, sin ningún tipo de referencia ni inscripción, es una especie de embudo que lleva la luz desde una simple lente (nada de objetivo) hasta el negativo enrollado en un carrete de madera. Ni diafragma, ni velocidades de obturación … nada. Ni siquiera una rosca para ponerle un trípode.
Pero parece como si el fabricante hubiese pensado que no se podía hacer algo tan sencillo y, de una forma un tanto inesperada, aparecen dos elementos sofisticados: un doble visor (arriba y en un lateral) y una rosca para un disparador externo. Raro ¿no?.
Está fabricada por Altissa Werk, en Dresde (Alemania) en 1934 y funciona con negativos de 120mm (8 exposiciones de 6×9).
La óptica es una lente trasera de menisco de 105mm aproximadamente, el diafragma es fijo a f/16 y tiene una sola velocidad instantánea y modo B.

EHO Box 150 oben logo
EHO Box 150 oben logo

Ochenta añitos bien llevados !!

La familia OM (11/08/2013)
La familia Olympus es amplia y viene de hace muchos años. En 1972, año de los Juegos Olímpicos en Munich, del estreno de “El Padrino” y del lanzamiento del Apolo 16 hacia la luna, se presenta en la Photokina de Colonia la cámara OM-1, la primera de la saga.
Han pasado 51 años, que se dice pronto, y esta maravilla sigue aquí, con ese aspecto estilizado e irresistible, con esas proporciones equilibradas y con esa mecánica a prueba de bombas. Preciosa.
Hace unos días entró en casa la OM-D. Una cámara que ha supuesto un serio avance en las Olympus, que nació hace año y medio, y que la marca ha querido incluir, tanto por las siglas como por la estética retro, en la familia OM. Un buen sensor m4/3, un excelente estabilizador, visor integrado y unas grandes posibilidades de personalización conforman una cámara con magnificas prestaciones, tamaño muy contenido y una estética que recuerda mucho a la de sus antepasadas. Espero poder disfrutarla y que alguien, dentro de otros cincuenta años, pueda hacer una foto como esta con una tercera Olympus OM. ¿Os imagináis como será?

Olympus OM-1 y Olympus OM-D
Olympus OM-1 y Olympus OM-D

Zuiko Digital 14-150mm ED (11/08/2013)
El sistema m4/3 se ha ido nutriendo de objetivos a lo largo de su corta historia. Presentado en agosto de 2008, cumple ahora 5 años. Olympus con sus Zuiko y Panasonic con sus Panasonic-Lumix (algunos con el imponente sello Leica), junto con Voigtlander, Sigma, Samyang, Tamron y Tokina, han desarrollado un amplio abanico de objetivos. Como el sistema m4/3 se ha movido siempre en la zona de aficionado básico – aficionado exigente, pero no ha tocado todavía el ámbito de la fotografía profesional, podemos encontrarnos objetivos de una muy buena calidad de imagen, gran luminosidad, y a unos precios que, siendo caros para la media de objetivos del sistema, resultan muy competitivos si los comparamos con otros de prestaciones similares de la gama pro de otras marcas.
El Zuiko Digital 14-150 mm (28-300mm equivalentes en 35mm), es un zoom todoterreno que podríamos situar en la gama media de los del sistema, presentado a finales de 2009. Es poco luminoso con un f:4-5,6 de abertura máxima y formado por 15 elementos ópticos en 15 grupos, tres de ellos asféricos y uno de estos ED (dispersión extrabaja) para controlar las aberraciones cromáticas. El objetivo, cuando está recogido en la posición que corresponde a los 14mm, resulta de un tamaño bastante contenido si tenemos en cuenta las focales que abarca. Está bien construido en plástico (bayoneta metálica) y es bastante ligero de peso.
Ahora que tan denostados están estos zoom largos, si estamos dispuestos a sacrificar algo de calidad en las focales extremas y con aberturas límite (los peores resultados aparecen al utilizar f:22), nos encontraremos con un objetivo que enfoca rápido, que permite ajustar el encuadre con una gran flexibilidad y que ofrece unas imágenes muy aceptables.
Yo lo compré para sustituir a los objetivos de los kit de Olympus: resulta algo mayor de tamaño pero ofrece un rango de focales que abarca prácticamente todas las que se necesitan en fotografía «no extrema».

Zuiko 14-150mm:  focal 150mm / focal 14mm (reposo) / Zuiko 14-42mm focal 42mm
Zuiko 14-150mm: focal 150mm / focal 14mm (reposo) / Zuiko 14-42mm R II focal 42mm

Konica autoreflex T3 (26/04/2013)

21 DIN – 100 ASA: esa era la sensibilidad del negativo que habitualmente empleaba cuando compré esta que fue mi primera y única cámara reflex, hace de esto más de 40 años. Luego la medida se convertiría en ISO 100. Pero aunque técnicamente el negativo requería la misma exposición para hacer una fotografía, la sensibilidad, la otra, la de los sentimientos, ya no sería la misma para mi. Y la Konica se quedó en su bolsa durante muchos, muchos años.

Cuando la he cogido para subir una imagen al blog, lo primero que he notado ha sido su peso contundente. Casi lo había olvidado. Todavía funciona sin ningún problema y mi lado emocional me tienta para que cargue un rollo y le de un poco de vida. Pero mi parte racional me dice que puede existir la posibilidad de que encuentre de nuevo el aliciente de la química y eso sería francamente incómodo. Aunque también es cierto que no soy muy fuerte para resistir a las tentaciones.

Entre tanto utilizo, en la Olympus E-P3, el objetivo Hexanon 50mm que lleva puesto y me hago la ilusión de que son fotos analógicas. Es un objetivo con una personalidad maravillosa, tanto por el bokeh como por el color, pero sobre todo por ese «noseque» que le da a las fotografías. Y alguna foto hacen también los Hexar de 28mm y 200mm que forman el trío de objetivos que empleaba con la T3.

Aquí está, tan atractiva como el primer día:

Konica autoreflex T3 con objetivo Hexanon 50mm
Konica autoreflex T3 con objetivo Hexanon 50mm

Canon S95 (12/12/2012)

Después de muchos años cargando con una reflex y sus objetivos, decidí que mi hombro merecía algo menos pesado y que, además, las fotos que hago no requieren el sufrimiento de acarrear un equipo que comienza pesando un par de kilos pero que, al cabo de una hora, pesa ya el doble. Así es que he ido disminuyendo peso y volumen.
La E-P3 es una cámara (como todas las Pen de Olympus) muy equilibrada en cuanto a tamaño y prestaciones que, además, da una gran sensación cuando la utilizas, pero, como menos es más, decidí comprar una cámara para llevarla realmente en el bolsillo sin problemas. Y que, por supuesto, diese una buena calidad de imagen, estuviese bien construida, fuese barata, en fin ¡lo más!.
Evidentemente, después de intensas búsquedas por internet, me di cuenta de que no existía. Así es que la decisión fue sencilla: compacta, con RAW, algún control manual y un buen precio. Y aquí está: la Canon S95 llegó ayer a casa. El tiempo dirá si es un acierto o no.

Canon S95
Canon S95

Юпитер 8 – Jupiter 8 (12/11/2012)

Lo vi en ebay y pujé por él. No suelo comprar por un primer impulso, pero en este caso algo pasó. Lleva en casa hace seis meses y es uno de los objetivos con los que más disfruto. Pequeño, ligero y luminoso. Quizá la focal de 100mm no sea la que más utilizo, pero para retratos y detalles es perfecta.

Es un objetivo ruso que equipaba las cámaras Zorki. Copia de los Zeiss Sonnar, se comenzaron a fabricar en el año 1953. Esta unidad es de 1.961, es decir que ha cumplido sus primeros 50 años.
Fabricados en aluminio son muy ligeros, pero también son frágiles.
Puede haber una gran diferencia entre una y otra unidad, y puede ser un gran objetivo o de muy mala calidad. Depende de la suerte.
Curiosamente el diafragma se desliza de forma continuada, sin clicks.

El Jupiter 8, tiene una focal de 50 mm (equivalente a 100mm en el sistema m4/3), f/2-22, y enfoque desde 1 mt. La montura es de rosca M39.

Las fotos de esta entrada están hechas con él.

Jupiter 8

Ikoflex II – 851/16 (07/09/2012)

Tengo un buen amigo (o sea, un tesoro, como dice el refrán) que de vez en cuando encuentra viejas maravillas de la historia de la humanidad. A veces muy antiguas y otras más cercanas a nuestros días.
De ese amigo han entrado en casa muchos y sorprendentes regalos, todos ellos con una historia detrás. Es el caso de esta cámara y de algunas otras que traeré al blog más adelante.
No soy un experto en cámaras (en realidad no soy experto en nada), así es que solo puedo contar lo básico de esta belleza clásica:

Zeiss Ikon Ikoflex IIespecificaciones:
Fabricada entre los años 1936-39 en Alemania
Objetivo Triotar 75mm f3,5
Visor: Teronar Anastigmat 75mm
Disparador Compur-Rapid hasta 1/500 sg.
Negativos 6×6 mm
Y como, de momento, no hago fotografía analógica, pinchar aqui para ver una muestra de la calidad de esta ancianita en la galería de Marc Jensen en Flickr.

Ikoflex II – 851/16

Mi primera cámara (30/08/2012)

No recuerdo el año exacto, pero sería alrededor de 1973 cuando me compré la Yashica Minester D. Con fotómetro y telémetro, y con un objetivo fijo Yashinon de 45mm y f2,8. Un compañero de trabajo que tenía otra igual me había descubierto el nuevo mundo de la fotografía. Y empecé a hacer diapositivas. Todavía, cuando la miro, me parece una preciosidad.

Mi primera cámara: Yashica Minister D

La Olympus E-P3      (21/08/2012)

Cambiar de la E-P1 a la E-P3 ha sido una decisión con muchas indecisiones intermedias. La decisión indecisa. Buscaba una cámara con visor y la E-P1 solo podía calzar un escueto visor óptico para un objetivo de 17mm (equivalente a 34mm), por lo que no servía para ninguna otra distancia focal. Además su pantalla tampoco tenía una buena definición, por lo que hacer fotos con sol era encuadrar de oído. Y eso viviendo en España se sufre día a día.

Después de mirar y volver a mirar durante meses hubo dos factores que empujaron la compra: el precio de la E-M5 rondando los 1200€ y una oferta irresistible de una E-P3 en unos conocidos almacenes. Un visor VF-2 de segunda mano completó el conjunto. Además así he sido coherente con la filosofía de no invertir en tecnología recién aparecida porque lo pagas en dinero y en problemas.

Olympus E-P3 + Visor VF-2 + Panasonic 20mm f1,7 = buen equipo para callejear

Otra despedida (20/08/2012)

Tres cámaras no puede ser, como dijo el inmortal: solo puede quedar una!!
La E-P1, después de un año y medio, ha salido hacia la dirección de su nuevo dueño en Madrid. Guapa y con ese aire clásico que tanto me gusta, ha encandilado a otro fotógrafo. No me extraña. Aquí no había sitio para las dos Olympus. Hasta siempre !!

Olympus E-P1 con el Zuiko 14-42 mm

Poder utilizar objetivos manuales con un adaptador fue divertido y me abrió nuevas posibilidades. También me sirvió para recordar viejos tiempos en dos sentidos: empleando los viejos y pesados Hexanon de Konica y fotografiando uno a uno los casi 3.000 negativos que guardaba en un cajón y que ahora están todos en el disco duro. Otro día lo contaré con más tiempo.


Año 2004: la pequeña Sony DSC V1    (16/08/2012)

Después de muchos años sin hacer fotos, la V1 fue un verdadero hallazgo para mi. Controles manuales, 5 Mp., un objetivo 34-136 (eq. en 35mm) y f2,8 – f4, visor óptico, histograma y un tamaño bolsillero, me devolvió las ganas de disfrutar con la fotografía.

El sensor de la V1 era de 1/1,8 pulgadas, que si lo comparamos con el de la Canon G12, que apareció 7 años más tarde y lleva un sensor de 1/1,7, nos da una idea de por donde se movía. Eso si, el tamaño del monitor y la velocidad de procesado de las imágenes podían ser bastante desesperantes.

Sigue en casa y de vez en cuando aún le doy alguna oportunidad (pocas).

Sony DSC V1

Mañana se va de casa la Canon G11    (15/08/2012)

Casi tres años haciendo su trabajo sin rechistar, últimamente estaba demasiado tiempo en el armario. Así es que se va para Benitachell, con Miguel Ferrer, fotógrafo de aquellas tierras levantinas, que la espera con ansiedad. Seguro que la disfruta, porque es una pequeña gran cámara. Aquí se quedan unos miles de fotos que dan fe de eso. Bye, bye !!

Canon G11

15 comentarios en “De cámaras y objetivos

    1. Voy a responder con un poco de filosofía: la satisfacción que nos dan las cosas depende de las expectativas que tenemos de ellas 🙂
      Yo tenía muy claro lo que la S95 hacía, porque durante años tuve una G11 que es muy parecida. Me cambié por el tamaño y ahí esta el punto fuerte de la S95. La calidad de las fotos, para lo que yo hago y para lo que las utilizo (internet y pequeñas impresiones hasta A4) es muy aceptable. Solo echo de menos un mayor rango dinámico, pero con un pequeño esfuerzo en la edición de las fotos se pueden resolver muchas de esas deficiencias. En resumen: me parece una magnífica cámara de bolsillo (de verdad de bolsillo) y a un precio excelente. Con un aumento de tamaño y de precio podemos encontrar opciones que seguro que dan más calidad. Pero yo estoy muy contento con ella. Saludos.

  1. Hola Carlos.

    Me gustaría conocer tu opinión.

    Aunque siempre me ha gustado disparar, comence con una voigländer con varios objetivos (que estropeada aún conservo) y con una pentax reflex, soy de los «tontos digitales» que se soltó el pelo en 2005 con una olymus E-500 que me dio excelentes resultados. Cuando murió (tuve que repara dos veces el autofocus) compre una Canon d450. La verdad es que considero que es una buena cámara (le monto un 50 mm 1.8, un 27 2.8, un 18-55 3.5 y un 18-200 3.5) sigo añorando la oly.

    Resulta que por el tipo de fotos que hago (https://www.flickr.com/photos/lhome-dibuixat/ nos seguimos mutuamente en flickr) ya estoy algo cansado de cargar con el equipo que -tú tienes razón- aumenta de peso en el transcurrir de las horas y los km que camino, quiero algo distinto.
    Aunque primero pense en la fujifilm x100, me han comentado que su autoenfoque no mola y mis dioptrías lo necesitan como agua de Mayo (ya tengo una edad y lo de enfocar manual se acabó… lo de agacharse también). Además su óptica es fija.

    Estoy mirando de reojo la Oly E-M10 con el 14-42 que comercializan con ella y a punto de caer en la tentación. Me han comentado que su estabilizador y su autoenfoque son muy buenos. Además dispone de una pantalla extraible que te permite enfocar si tener que hacer el pino ni posturas raras… por ejemplo agacharse o ponerse en cuclillas que es a lo que voy.

    ¿A ti qué te parece ésta cámara?

    La verdad es que añoro la nitridez que me dio la E-500 en su dia.

    Muchas gracias por leerme.

    Saludos desde Barcelona

    jm

    1. Hola Josep Manel, como puedes ver en esta entrada, por el equipo que voy poniendo, no soy muy exigente en cuanto a calidad de imagen y prefiero que una fotografía me guste por otras cosas que por su nitidez, por ejemplo. Tampoco me gustan mucho los consejos. Porque seguro que tu tienes mucho más criterio que yo a la hora de saber lo que te va mejor para disfrutar haciendo fotos (que al final es de lo que se trata ¿no?).
      Yo estoy muy satisfecho con la Oly E-M5. Buen enfoque automático (según el objetivo que utilices), pantalla abatible y un buen sensor. El tamaño ya no es tan pequeño … pero con un objetivo pankaque como el Pana 20mm aun resulta aceptable, y el peso quizá ya es algo excesivo. El estabilizador es de lo mejor de la cámara. Supongo que la E-M10 será muy similar y algo más pequeña. Ahora tienes muchas E-M5 de segunda mano a precios muy razonables (400-500€).
      Si lo de cambiar el objetivo no es indispensable, yo me lo paso en grande con la Canon S95. Para callejear discretamente es una maravilla. Pero es otra cosa, claro. Y muy interesante la Sony RX100 II, con pantalla orientable, objetivo luminoso y una calidad de imagen asombrosa, y con un tamaño y peso que la puedes llevar encima en todo momento. Quizá sea mi siguiente cambio por la Canon S95. El enfoque no se que tal será, pero seguro que peor que la Canon d450 porque las reflex para eso son un tiro.
      En mi galera de Flickr puedes ver fotos hechas con la Oly E-M5 y con la Canon.
      Suerte con la compra y gracias por pasarte por el blog, Josep Manel.
      Saludos !

  2. Qué blog tan lindo. Me ha encantado este post, se nota que no te gusta la fotografía, sino que eres fotógrafo. Lo estoy disfrutando mucho. Saludos.

  3. me gusta mucho tu trabajo.Espero que disfrutes mucho y que sigas trabajando en tu blog.La diferencia conmigo es que yo empece con una foca 2 estrellas. y la oly mia es la epl5. por lo demas muy similar en gustos y estetica tambien me gustan los niños y mascotas..Espero ver mas trabajos tuyos.

    1. Gracias Juan. Esas cámaras con las que empezamos hace ya unos cuantos (muchos cuantos) años y que todavía están por casa son una gozada. El aire tipo leica que tiene la Foca me encanta. Yo también espero poder compartir mis fotos y mis fotograferías contigo. Saludos !

Deja un comentario