#5 fotografías (Click en una para ver en grande)
Ni una mirada, ni un roce, como si no estuviese. La gente pasa a su lado sin tan siquiera percibirla. Pero allí está desde hace 40 años, en el lugar en el que un constructor decidió que el arte también merecía un espacio entre los ladrillos y las baldosas. Situada en un angosto callejón, seguramente no es el mejor sitio para que ni tan siquiera se conozca su existencia y menos para que nadie se detenga un momento y le dedique un instante. Se trata de una obra de cerámica de Eduardo Cuní, datada a finales de la dictadura franquista, en 1974. Con un acabado entre pétreo y metálico y forma de menhir, recuerda la apariencia de los helechos y parece querer transmitirnos algo que no llegamos a comprender, la sensación de que oculta algún misterio en su interior, como si estuviese allí porque alguien ha querido dejar una muestra de lo efímero de la existencia.
Me ha gustado mucho esta serie, el ByN genial.
Gracias, Paco !! Me pareció interesante ver como nadie hacía caso de una pieza de cerámica que, al menos para mi, tiene su atractivo.
Hola Carlos, efectivamente esos sitios son muy buenos para captar esas instantáneas, los que solemos observar a quien nos rodea, apreciamos estos detalles.
Parece un casi abrazo
Realmente la gente puede pasar cada día por un lugar sin enterarse de los que le rodea.